Cheese tiene una base genética muy equilibrada que, unida a su variedad única de terpenos, consigue provocar un efecto multifacético. Su dominancia índica garantiza un efecto de corporal muy potente, pero su importante parte de genética sativa aporta un toque cerebral que hace que la experiencia sea muy agradable.
Sus flores resinosas producen un contenido de THC del 17%, junto con niveles medios de CBD. En lo que respecta a la potencia, ocupa un término medio. No llevará tu mente a otra dimensión, pero tampoco te decepcionará. Puedes consumir esta hierba tanto de día como de noche, ya que es perfecta para aliviar la tensión, subir el estado de ánimo y dejar la mente en un estado relajado y meditativo.